El pasado fin de semana del 3 y 4 de junio FEVA y el RACVN han logrado reunir la mayor y mejor muestra de vehículos de preguerra en San Sebastián, con motivo del Centenario del Circuito de Lasarte
El magnífico evento ha sido fruto de muchos meses de duro trabajo, por parte de ambas entidades. Pero las muchas horas de gestión se vieron recompensadas cuando quedaron expuestos en la concha hasta 9 Hispano-Suiza, siendo dos de ellos piezas únicas, concretamente el Alfonso XIII oficial de fábrica con el piloto Zucarelli, y el Tipo 30 Sport Rabassada. Además de estas joyas nacionales pudieron contemplarse dos Bugatti, un tipo 23 Brescia y el Tipo 35 que perteneció al piloto español De Vizcaya, y que compitió en su momento en el Circuito de Lasarte, siendo el único de los presentes que podía presumir de tal palmarés. Desde Gran Bretaña acudía un Sunbeam Copa de L´Auto, una pieza de competición singular. Aunque no menos especial era el especialísimo Ricart y Pérez, construido por el genial ingeniero español que ganaría fama con la creación de algunos de los mejores Alfa Romeo de competición, o los legendarios Pegaso. Sin par es la presencia del España, uno de los escasos supervivientes de la marca. Poco es necesario explicar de los cuatro Rolls-Royce, la marca de lujo archiconocida. Además de los citados encontramos representantes de lo mejor de la industria automovilística del momento; Cadillac, Riley, Delage, Delahaye, Alvis, Amilcar, Ford, Crhysler, MG, Buick... Y la parte reservada a las motos contaba con máquinas tan emblemáticas como las BMW R11 R12, o la Harley Davidson VL, pero también por otras tan singulares como las firmadas por Husqvarna, Motosacoche, Gnome Rhone o Scott, además de tres triciclos, dos Morgan y dos Dartmon.
La salida se dio el sábado a las 10:30, aunque los participantes habían salido del Hotel Barceló Costa Vasca tiempo antes. En este traslado se produjeron algunos momentos de confusión, dado que la Policía Local y la empresa habilitada por el ayuntamiento preveían una velocidad demasiado lenta para la pléyade de coches deportivos que participaban, y que necesitaban para su buen funcionamiento un ritmo de marcha superior. Aclarado el asunto, toda la organización procuró circular de manera que los Bugatti o los Hispano-Suiza de competición pudieran refrigerarse adecuadamente.
Algo a lo que no contribuyó la excelente climatología, con un día de verdadero verano, y un sol limpio que calentaba inmisericorde, sin una nube que mitigara, al menos de tanto en tanto, sus efectos. Lo cierto es que una vez en la carretera la brisa marina contribuyó a aliviar el sofoco, y a un buen paso los participantes recorrieron los 70 km que separaban San Sebastián de Zumárraga, atravesando preciosos parajes tanto costeros como de montaña. Con los coches expuestos en la plaza de Zumárraga los participantes disfrutaron de una comida antes de volver a afrontar los 70 km de regreso. En el total de los 140 km sólo hubo que lamentar un abandono por avería, buena muestra del perfecto estado de conservación de máquinas que en algunos casos contaban con más de 110 años a sus espaldas. Una opípara cena en el Hotel Barceló Costa Vasca sirvió a los participantes para reponer fuerzas y comentar los detalles de la jornada.
El domingo el trazado era menos exigente, limitándose a lo que en su día fue, más o menos, el circuito de Lasarte, incluyendo una salida tipo Le Mans, para recrear y ambientar el espíritu de la época. La caravana atravesó localidades como Urnieta o Hernani, que en su momento fueron escenarios de las míticas carreras guipuzcoanas. Tras completar el recorrido se celebró una comida en un excelente restaurante de Zubieta, donde tuvo lugar la estrega de premios, y la despedida a los participantes.
Tanto FEVA como el RACVN han realizado un enorme esfuerzo, y prueba de ello es tanto la calidad y cantidad de los participantes, como la ausencia de incidentes a pesar del intenso tráfico de esta poblada e industrial zona de España. Un nutrido grupo de motoristas se volcó por controlar el tráfico y cortar el paso en los cruces, evitando con ello posibles accidentes. Un dispositivo que funcionó en todo momento, y que permitió rodar con tranquilidad, disfrutando en todo momento del paisaje y del buen funcionamiento de las máquinas.
Una ocasión, como decimos, irrepetible, un evento memorable y una experiencia que sin duda quedará en la memoria tanto de los participantes como de los miles de viandantes que pudieron disfrutar que un espectáculo que difícilmente podrán volver a contemplar.
FEVA - Federación Española de Vehículos Antiguos - c/ Segovia, 73 28005 Madrid - T. 699 822 419 - info@feva.es | Nota legal